Este es el tan acertado nombre que la Unidad de Medicina Integrativa de la Fundación Arturo López Pérez (Juntos Contra el Cáncer), FALP (Chile), utilizara para denominar este maravilloso concurso de Relatos Oncológicos. Un concurso sin competencia pero con comprensión. Un concurso sin vencedores ni vencidos pero con empatía colectiva. Un concurso con Amor.

Mi más profundo agradecimiento a la FALP no sólo por su alta tecnología y profesionalidad aplicada a la curación del cáncer sino, por sobre todo, a la tremenda ocupación constante de la salud psíquica y emocional de los pacientes estando la cordialidad, la ayuda, la ocupación, la ética, la empatía y la contención siempre presentes en cualquier acto de cualquier funcionario.

Mi especial agradecimiento al Dr Raimundo Gazitua, mi hematólogo. Por su profesionalismo, simpatía y empatía.

También un especial reconocimiento al Dr García Huidobro al conjugar hueso con tecnología y hacer de mi húmero una nueva obra de arte.

Una especial admiración a “Las trillizas de Oro”, Bárbara, Cecilia y Pamela por su labor terapéutico a través del Arte Terapia. También a Camila, quien fue mi paño de lágrimas en las sucesivas internaciones y quien me abrió las puertas al Arte Terapia.

Por supuesto recordar los sucesivos grupos de Whatsapp creados en el tiempo y sin olvidar el consolidado grupo de los Relatos Oncológicos (ESTOY AQUÍ) que se caracterizó por un fuerte vínculo de acompañamiento y empatía.

Totalmente sorprendido he quedado de Violeta Ramirez, quien supo ilustrar mi relato captando la esencia de mi invalorable aprendizaje que ese gran maestro (el cáncer) lograra en mi, plasmando en su ilustración la verdadera LIBERTAD sentida a través de mis sucesivos actos de sanación por medio de la escritura.

Cuando en Japón una pieza de porcelana única se rompe, las partes son unidas nuevamente con enmiendas de oro para resaltar la grieta. De esta manera queda una nueva pieza cuyas roturas llaman la atención por el brillo del oro que hay ahora en ellas.

Si esta pieza única es tu vida y esas grietas son tus heridas, tus errores, tus tropiezos, ¿acaso no es el momento de mostrarte la belleza de tus heridas, de tus errores, de tus tropiezos y valorar esta nueva pieza brillante en la que te has convertido?

Con todo lo aprendido y aprehendido durante este maravilloso viaje llamado vida, ¿cambiarías algún instante de tu recorrido, algún kilómetro transitado, algún segundo vivido?

Yo No!!!

Me he castigado hasta provocarme un cáncer, sin embargo me he perdonado, he integrado mi cáncer para luego desintegrarlo, he aceptado el destino con todo lo que me deparaba, con la sola tristeza de eventualmente irme antes de este mundo, de este plano terrenal, abandonando mis seres más queridos y adorados, mis 4 hijos maravillosos y su trascendencia.

Sin embargo, la aceptación total, la entrega definitiva dio como fruto el regalo de una nueva vida y una nueva oportunidad de encarar este viaje, en otra marcha, con otro paisaje, con otra actitud, con otra visión, con otra espiritualidad, con otra bendición.

Esta vez, ya no más solo, ya no más en la ilusión de una felicidad inexistente, ya no más en la imaginación de un cuento de niños, ya no más en el reclamo del cariño no recibido.

Ahora sí, en la realidad de un amor esperado, en el júbilo de una compañía verdadera y en la responsabilidad de una oportunidad regalada.